Sumario: en otro apartado hemos visto que la impotencia, puede ser la incapacidad de mantener una relación sexual normal o la incapacidad para procrear o ambas.
La salud sexual es una parte importante del bienestar físico y emocional general de un individuo.
La disfunción eréctil, también conocida como impotencia, es un tipo de condición médica muy común que afecta la salud sexual.
Existen varios cuestionarios, para evaluar tanto la salud sexual como la disfunción eréctil, los siguientes son los mas conocidos
Cuestionario de salud sexual para hombres (SHIM)SEXUAL HEALTH INVENTORY FOR MEN
Cada pregunta tiene varias respuestas posibles. Marque con un círculo el número de la respuesta que mejor describa su propia situación.
TEST DE DISFUNCIÓN ERÉCTIL
IIEF – 5: test para evaluar la disfunción eréctil (INTERNATIONAL INDEX OF ERECTILE FUNCTION)
El Índice Internacional de Función Eréctil, también llamado test IIEF-5, permite evaluar la disfunción eréctil a partir de 5 preguntas precisas, que puede evaluar usted mismo.
Para valorar la fertilidad masculina, es conveniente realizar unos análisis hormonales y un espermiograma especial para evaluar la fertilidad y en caso de sospechar una anomalía genética, solicitar un cariotipo
Conclusiones:
Afortunadamente, existen muchas opciones de tratamiento diferentes para la disfunción eréctil.
Estos cuestionarios están diseñados para ayudarle a usted y a su médico a identificar si usted puede estar experimentando disfunción eréctil. Si es así, usted puede elegir discutir las opciones de tratamiento con su médico.
Cuando existen problemas de fertilidad es habitual que el sexo se convierta en una experiencia dolorosa por lo apremiante que puede resultar concebir.
Desde el momento en que el propósito del sexo cambia, empieza a ser pautado para, los periodos fértiles y se convierte en programar los encuentros, se genera una pérdida de espontaneidad y la exigencia del rendimiento.
Las parejas con problemas de fertilidad por lo general, viven cómo el sexo que antes era algo satisfactorio y un fin en sí mismo, se convierte en un medio para conseguir un objetivo muy deseado: tener hijos.
Al no ser el medio suficiente para conseguir el fin, llega a perderse el interés y a convertirse en una carga pesada para la pareja, que se ve obligada a programar sus encuentros sexuales en función de los días de mayor fertilidad.
El orientar esos encuentros hacia la penetración y eyaculación, sin tener en cuenta, en muchas ocasiones, los otros componentes que hacen que la actividad sexual sea algo deseable y satisfactorio, puede conducir a una disfunción eréctil o ausencia de libido, en casos extremos.
El hombre puede sentirse presionado, al ser la actividad sexual tan metódica, siendo frecuentes las reacciones de rechazo y el desinterés por la sexualidad, que pueden lesionar el vínculo afectivo, con tendencia a evitar el contacto.
Por lo tanto, por muy programados que sean los encuentros, no debemos prescindir del erotismo y la espontaneidad, si queremos que nuestros deseos se cumplan y lleguen a buen término sin afectar a la relación.
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