Eyaculación Precoz

Resumen:

La eyaculación precoz es la disfunción sexual más frecuente, afectando al 30% de todos los hombres, en algún momento de sus vidas.

Se define, desde el punto de vista médico, como aquella eyaculación que ocurre antes de que el hombre lo desee, causando estrés en él y en su pareja, o lo que es lo mismo eyacula antes de desearlo.

Se siente que no puede controlar, y esta situación le produce estrés a él, a su pareja o a ambos.

El tiempo transcurrido desde el inicio de la actividad sexual hasta la eyaculación es variable en las diferentes poblaciones, pero se considera patológica (anormal) aquella eyaculación que ocurre antes de un minuto después de la penetración vaginal.

La definición de un minuto tiende a ser arbitraria, por lo mismo que el tiempo considerado normal para eyacular es fluctuante y por lo tanto si ocurre antes de 2 minutos también podríamos considerarlo como un caso límite.

Cuando algunos estudios señalan como lo normal que en la media iría de 7 a 10 minutos desde la penetración.

Existen dos tipos de eyaculación precoz

Se distinguen principalmente dos grandes tipos de eyaculación precoz:

En una relación sexual normal, la excitación en el hombre aumenta progresivamente hasta la fase llamada «meseta», disfrutando de su placer sexual hasta el momento que de forma voluntaria llega a un clímax.

El eyaculador precoz no puede permanecer en la fase de «meseta», sino que existe una excitación rápida y una eyaculación involuntaria y temprana.

Eyaculación precoz primaria

Se refiere al hombre que ha sufrido eyaculación precoz desde su primera relación sexual y se ha mantenido sin cambios a lo largo de su vida sexual.

El tratamiento de estos pacientes suele ser más difícil que en aquellos pacientes con eyaculación precoz secundaria.

Este tipo de pacientes podría tener una alteración en la regulación de neurotransmisores en el del Sistema Nervioso Central.

Eyaculación precoz secundaria

Se refiere a aquel hombre que en algún momento de su vida ha presentado o presenta períodos en los cuales sufre de eyaculación precoz.

Habitualmente el factor psicológico juega un papel importante, ya sea por no tener una pareja estable o ansiedad de rendimiento.

También puede ocurrir en el Síndrome de Déficit de testosterona sobrevenido en el adulto, al no lograr conseguir una erección firme y duradera, el varón, voluntaria o involuntariamente, acelera el eyaculado.

En la mayoría no se encuentra ninguna otra enfermedad o condición que la explique y suelen responder mejor al tratamiento farmacológico.

La causa exacta de la eyaculación precoz es mal comprendida, pero ya existe no existe un tratamiento específico para ella, en algunos casos.

Durante los años 80 se desarrollaron nuevos medicamentos para el tratamiento de la depresión, que se denominan inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

Uno de los efectos adversos de esta droga que se empezó a observar con alta frecuencia fue el retardo de la eyaculación, que en algunos pacientes incluso llegaba a la no eyaculación.

A partir de ese efecto, estos medicamentos se empezaron a utilizar en pacientes con eyaculación precoz para prolongar el tiempo de eyaculado.

Actualmente, estos medicamentos son ampliamente usados para esta condición, sin embargo, en Estados Unidos no están aprobados para el tratamiento de la eyaculación precoz.

No obstante, actualmente existe un medicamento que se utiliza puntualmente en caso de un encuentro sexual, que ya está disponible en nuestro país.

El mensaje a transmitir es que la eyaculación precoz puede tratarse y que, en general, la mayoría de los pacientes presenta buena respuesta.

Ser incapaz de satisfacer sexualmente a su pareja y eyacular antes de tiempo es una experiencia que ningún hombre desea experimentar.

Sin embargo, eso es lo que le sucede a uno de cada 3-4 hombres, que, sin importar la edad, pueden ver afectada su vida íntima y su autovaloración debido a la eyaculación precoz.

Si a esto le agregamos que, por lo general, como consecuencia del tabú sexual, las primeras experiencias sexuales, han sido prácticas de autoerotismo, como la masturbación y la iniciación de las relaciones sexuales se han realizado a hurtadillas.

Sin un lugar tranquilo y adecuado, mal informados y con temor, nuevamente, de forma rápida para acabar pronto y no ser sorprendidos o molestado por cualquiera que pase cerca.

En esos casos más de una vez, seguramente la eyaculación precoz, ha sido la constante.

En algunos casos se llega hasta la ruptura de la relación. Los pacientes lo pasan mal, sufren mucho. Les merma la autoestima, pierden confianza, a mediano plazo les compromete la libido y la rigidez de la erección.

Es un tema muy importante y que para muchos es complejo o complicado de tratar, incluso con su pareja.

Conclusiones:

La eyaculación masculina es una respuesta refleja normal, a través de la cual el semen es expulsado por la uretra cuando el nivel de excitación alcanza su máximo nivel.

Una vez que el hombre siente el deseo imperioso de eyacular, ya no se puede evitar.

En los eyaculadores precoces primarios, este umbral está más bajo, es decir, necesitan menos estimulación para llegar a ese punto. Pese a ello, la eyaculación precoz tiene tratamiento:

La terapia psicológica: es bastante efectiva, sobre todo si se va en pareja, porque permite objetivar cómo se va progresando.

Los fármacos: se indican inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (familia de antidepresivos que retardan la eyaculación en el 90 % de los casos), ya sea de forma continua durante un periodo o cuatro a seis horas antes de la actividad sexual.

Priligy (dapoxetina) autorizado, en 2009, por la Agencia Europea del Medicamento contra la eyaculación precoz, entendida ésta como la eyaculación que se produce antes de dos minutos tras la penetración.
Siempre, evidentemente, que la pareja desee que ese tiempo dure más.
Se dispensa únicamente bajo receta médica en forma de comprimidos y con dos presentaciones: 30 y 60 miligramos.
La dosis recomendada es de unos 30 mg de una a tres horas antes de mantener rela-ciones sexuales.
Si el efecto es insuficiente y sólo si no hay efectos adversos, se puede optar por la dosis de 60 mg. Pero no debe tomarse más de una vez cada 24 horas.
Es importante tratar ya que, ante las malas experiencias sexuales por este motivo, los hombres sienten una gran ansiedad antes del sexo, lo que hace que eyaculen más rápido.

Si fracasan, tienden a frustrase o inhibirse. De hecho, muchos comienzan a evitar la actividad sexual para no pasar un mal rato, lo que puede llevar a un aislamiento y desinterés, junto con una libido baja lo que desemboca en un bucle desafortunado.

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