La salud sexual según la OMS

Lo que debes saber

La salud sexual es fundamental para la salud y el bienestar general de las personas, las parejas y las familias, y para el desarrollo social y económico de las comunidades y los países. La salud sexual, cuando se la considera de manera positiva, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones […]

La salud sexual es fundamental para la salud y el bienestar general de las personas, las parejas y las familias, y para el desarrollo social y económico de las comunidades y los países. La salud sexual, cuando se la considera de manera positiva, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.

Desde la última revisión de la CIE (en inglés ICD) en 1990, se han producido avances sustanciales en los conocimientos relacionados con la salud, así como en la comprensión social de los trastornos sexuales y la salud sexual.

Esto tiene consecuencias para las categorías relacionadas que figuran actualmente en la sección de trastornos mentales y del comportamiento de la CIE-10.

La nueva clasificación:

Se revisarán las categorías de trastornos sexuales y de salud sexual en el CIE-10 y hacer recomendaciones para la revisión que se está llevando a cabo actualmente para desarrollar el CIE-11, que se espera estará disponible en 2022.

Entre las tareas específicas del Grupo de Trabajo figuran las siguientes:

a) Examinar la evidencia científica disponible y la información clínica y normativa sobre el uso, la utilidad clínica y la experiencia con las categorías de diagnóstico de la CIE-10 para los trastornos sexuales y la salud en diversos entornos de atención de la salud.

b) Examinar las propuestas de categorías de diagnóstico pertinentes en el DSM-5, (clasificación norteamericana: American Psychological Association= APA)) preparar propuestas para la revisión de la CIE-10 y presentarlas a los Grupos Asesores, incluida la colocación y organización de las categorías dentro del sistema de la CIE.

c) Proporcionar borradores del contenido de las categorías de diagnóstico en consonancia con los requisitos de revisión de la CIE.

Las propuestas se pondrán a prueba sobre el terreno y se consultará a los interesados según los procedimientos generales.

Por otra parte, la clasificación más reciente de la Organización Mundial de la Salud, el CIE-10 (OMS, 1992) muestra un notable paralelismo con la clasificación de la APA (DSM-V), incluyendo entre las disfunciones sexuales no orgánicas las siguientes:

  • Impulso sexual excesivo (que supone la principal novedad, ya que esta categoría diagnóstica no está recogida en el DSM-IV).
  • Ausencia o pérdida del deseo sexual.
  • Rechazo y ausencia del placer sexual.
  • Fracaso en la respuesta genital.
  • Disfunción orgásmica.
  • Eyaculación precoz.
  • Dispareunia no orgánica.
  • Vaginismo no orgánico.
  • Otras disfunciones sexuales.

Estas clasificaciones, en función de las fases de la respuesta sexual, no obvian los solapamientos diagnósticos.

De hecho, el solapamiento y la comorbilidad son frecuentes.

Por ejemplo, de los diagnosticados de TDS hipoactivo, se encontró que un 41% de las mujeres y un 47% de los varones presentaban al menos otra disfunción sexual.

Conclusiones:

La salud sexual es fundamental para la salud y el bienestar general de las personas, las parejas y las familias, y para el desarrollo social y económico de las comunidades y los países.

La salud sexual, cuando se la considera de manera positiva, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.

La capacidad de los hombres y las mujeres de lograr la salud y el bienestar sexuales depende de su:

  • Acceso a una información completa y de buena calidad sobre el sexo y la sexualidad.
  • Conocimiento de los riesgos a los que pueden enfrentarse y su vulnerabilidad a las consecuencias adversas de la actividad sexual sin protección.
  • La capacidad de acceder a la atención de la salud sexual.
  • Vivir en un entorno que afirme y promueva la salud sexual.

Las cuestiones relacionadas con la salud sexual son muy variadas y abarcan la orientación sexual y la identidad de género, la expresión sexual, las relaciones y el placer.

También incluyen consecuencias o condiciones negativas como:

  • Infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
  • Infecciones de transmisión sexual (ITS) e infecciones del tracto reproductivo.
  • (ITS) y sus resultados adversos (como el cáncer y la infertilidad);
  • Embarazos no deseados y abortos.
  • Disfunción sexual.
  • Violencia sexual.
  • Prácticas nocivas (como la mutilación genital femenina)

En nuestra sociedad, las conductas sexuales siguen siendo un tema incómodo, que se tiende a ocultar, es por ello que siguen apareciendo muchas dudas respecto a los diferentes problemas y trastornos relacionados con el sexo.

Por ejemplo, cómo definir un trastorno sexual, cuál sería la diferencia que hay entre una disfunción y un trastorno y cómo se pueden tratar los temas sexuales.

Referencias:

-https://www.who.int/reproductivehealth/topics/sexual_health/

-https://www.who.int/reproductivehealth/topics/sexual_health/icd_revision/en/

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Síguenos en Facebook o en Twitter